El magistrado titular de Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Alcorcón (Madrid) ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza de Juan José F. G., el hombre detenido el pasado sábado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el Hospital de Alcorcón tras intentar asfixiar a una paciente ingresada en dicho centro sanitario.
Gracias a que la compañera de habitación de la víctima avisó al personal médico, se consiguió evitar la consumación del asesinato. Juan José F. G. será ingresado en la unidad psiquiátrica del recinto penitenciario que acuerde el titular del Juzgado una vez que sea trasladado desde dependencias judiciales por la Guardia Civil.
El detenido es un hombre de 49 años, enfermo de esquizofrenia y que ya fue detenido el año 1997 por asfixiar con un cinturón y matar a una mujer mayor en el Hospital Clínico San Carlos, en Moncloa. Los guardias de seguridad le redujeron hasta la llegada de la Policía cuando intentaba huir a la carrera.
Posteriormente, cuando ingresó en prisión provisional en la cárcel de Carabanchel, asesinó a otro preso, también esquizofrénico, estrangulándolo mientras estaba durmiendo en la enfermería de la prisión.
En el juicio por estos dos asesinatos, Juan José F. G. reconoció ser culpable de los crímenes, aunque fue absuelto por «eximente total por transtorno mental» al estar diagnosticado de esquizofrenia paranoide. Incluso los psiquiatras apuntaron a que la motivación del asesino era un «juego numérico mental» con el que acababa seleccionando el número de la habitación de la paciente y la celda del preso.
Por todo ello, en vez de la condena de 16 años de cárcel, el asesino ingresó en un centro psiquiátrico penitenciario de Alicante por 25 años, quedando finalmente en libertad vigilada en 2007. Finalmente acabó trabajando en el servicio de lavandería del Hospital de Alcorcón como empleado de la empresa Ilunion, en el que llevaba 5 años.
Sobre Juan José F. G. pesa la imputación de la supuesta comisión de un delito de homicidio intentado agravado por la especial vulnerabilidad de la víctima. Aún así, esta calificación penal es inicial y podría variar según se vayan practicando las correspondientes diligencias de investigación en el marco de la instrucción judicial.