La Comisión de Seguimiento insta a recalificar el Sector 2 de la Cañada Real (Vicálvaro) como suelo urbano

Gacetín Madrid

La Comisión de Seguimiento del Pacto Regional por la Cañada Real Galiana ha mantenido un encuentro de carácter técnico con el objetivo de seguir avanzando en el ordenamiento y regulación urbanística de la Cañada Real Galiana.

Esta comisión está formada por un representante de cada grupo político con representación en la Asamblea de Madrid y por un representante de los Ayuntamientos de Coslada, Madrid y Rivas Vaciamadrid, municipios por los que discurre la Cañada Real, bajo la presidencia del comisionado del Gobierno de la Comunidad de Madrid para la Cañada Real.

La Comisión ha debatido y estudiado la propuesta elevada por las ponencias técnicas para la solución urbanística de los Sectores 2 y 3 de la Cañada Real. Estás ponencias son órganos de trabajo de carácter urbanístico, medioambiental, jurídico y económico, en las que también han participado los representantes técnicos nombrados por las distintas asociaciones de vecinos, y han acordado, en aras del interés general, consolidar el Sector 2 de la Cañada Real (situado enteramente en el distrito madrileño de Vicálvaro) con una propuesta de calificación de los terrenos como suelo urbano no consolidado, así como mantener la clasificación del Sector 3 de la Cañada Real como suelo no urbanizable, lo que conllevará la desaparición de los usos residenciales incompatibles con esa clasificación.

Se ha establecido una hoja de ruta con el objetivo de iniciar los procedimientos oportunos para dar respuesta al compromiso relativo a la regularización urbanística de la Cañada Real. La Comisión ha acordado instar a las administraciones competentes para que estas inicien la modificación del planeamiento urbanístico, que posibilite iniciar las actuaciones acordadas a la mayor brevedad.

Consenso entre administraciones

En la misma línea de consenso que ha caracterizado la firma del Pacto Regional por la Cañada Real, los cuatro representantes de los grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid, así como los tres ayuntamientos implicados en este proceso, han acordado por unanimidad la aprobación de la propuesta de las ponencias técnicas.

La solución urbanística acordada es compatible con los principios inspiradores del Pacto Regional, que tiene entre sus objetivos el desarrollo de un Proyecto de Regeneración Urbana basado en el principio de legalidad, el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad.

Así, las familias residentes en el Sector 3, tras el estudio de las características del Sector 2, podrían ser realojadas prácticamente en su totalidad en el Sector 2, de modo que los vecinos mantendrían el arraigo en la Cañada Real. La comisión continuará su trabajo con los estudios de los sectores 4 y 5.

La Comisión de Seguimiento ha contado con el asesoramiento de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid y en ella se ha dado cuenta de los motivos técnicos en los que se basa la propuesta elevada, así como de las consecuencias jurídicas que conlleva.

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1 Actualizada:

César Gallego 1 abril, 2019 - 11:10 am

Por favor, desde la cañada intentamos ser un barrio normal. La foto que han puesto no pertenece a ninguna casa del sector. Perjudica a nuestra imagen y debido a esta imagen se nos niegan servicios básicos como el reparto de paquetería.

Por otro lado los vecinos nos hemos retirado del pacto debido a que la representación vecinal era totalmente irrelevante. Cada ayuntamiento tenía un voto en las mesas y otro los vecinos. Esto hacía que en todas las propuestas se aprobase todo con un voto en contra. Y esto ha provocado que la solución que aporta el gobierno este muy muy alejada del consenso del que hace gala.

Siempre se nos ha tratado como unos «jetas» que no queremos pagar. Nada más lejos de la realidad, muchos vivimos la realidad heredada de nuestros padres y queremos normalidad en nuestras vidas. Pero los ayuntamientos tienen otros planes urbanísticos, orientados a generar bloques de viviendas de corte norcoreano. Quieren recaudar beneficios y que las ciudades dejen de tener un aspecto vivo y heterogeneo, para ser tristes edificaciones homogeneas orientadas a los beneficios de unos pocos.

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