Almeida: “La ciudad de Madrid se construye desde los barrios, con proyectos que mejoran la calidad de vida y promueven el equilibrio territorial”.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado de la concejala-presidenta del distrito de Usera, Loreto Sordo, ha visitado esta mañana la recién rehabilitada plaza de Francisco Ruano, en el barrio Moscadó del Distrito.
Almeida ha señalado que esta “es una de las obras que nos hace ilusión visitar, porque reúne las características de lo que queremos que sea Madrid. Una obra en un distrito del sur, que mejora la calidad de vida de los ciudadanos y que acredita que la ciudad se construye desde los barrios, puesto que ha sido un proyecto que se ha hecho de forma participativa y contando en todo el proceso con numerosas entidades vecinales”.
La obras de la plaza, de forma trapezoidal y con una superficie aproximada de 2.800 m2, ha sido un proyecto con una inversión de 529.630 euros a cargo de una partida de inversiones financieramente sostenibles (IFS), y abrió al público el paso viernes 24 de julio.
Este espacio, enclavado en una zona de viviendas adosadas, apenas era utilizado por el vecindario puesto que carecía de pasos accesibles, zonas de sombras, bancos, papeleras o pasos para peatones, entre otros.
Con la remodelación, se ha pavimentado la plaza y se ha estructurado en dos plataformas a distintos niveles; se han dispuesto diversas zonas ajardinadas a lo largo del perímetro y se ha restaurado la pérgola existente, mejorando su impermeabilización. Además se ha instalado mobiliario urbano en toda la zona y se ha construido una amplia zona de juegos infantiles.
Almeida ha señalado que “aunque puedan parecer pequeñas actuaciones, en realidad son muy importantes para los barrios porque mejoran la calidad de vida de sus habitantes y especialmente si hablamos de un barrio como este, del sur de la ciudad, donde hay que seguir trabajando para conseguir el tan necesario equilibrio territorial”.
El alcalde ha destacado el proyecto “Platos rotos”, que han llevado a cabo numerosas entidades del distrito, que durante meses han recopilado y trabajado platos rotos de diversa procedencia para construir 11 mosaicos que ahora engalanan el techo de la pérgola.