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‘Villas de Madrid’: once destinos singulares que no debes dejar de visitar

Gacetín Madrid

La Comunidad de Madrid nos propone para este verano visitar once destinos singulares, once localidades reconocidas por la riqueza de su Patrimonio cultural y que por ello forman parte del programa ‘Villas de Madrid’.

Las once ‘Villas de Madrid’ son Manzanares El Real, Patones, San Martín de Valdeiglesias, Torrelaguna, Villarejo de Salvanés, Buitrago del Lozoya, Chinchón, Colmenar de Oreja, Navalcarnero, Nuevo Baztán y Rascafría. Son destinos singulares que destacan por el valor reconocido de su Patrimonio Cultural, por conservar su autenticidad rural y además, por contar con infraestructuras turísticas que las convierten en destinos de calidad.

Este programa tiene como objetivo diversificar el flujo de turistas hacia otras áreas menos visitadas de la región, así como promocionar los recursos que ofrecen localidades de menos de 20.000 habitantes, que no son tan conocidas, pero cuentan con atractivos patrimoniales y turísticos suficientes para seducir a visitantes, tanto españoles como internacionales.

Y es que la Comunidad de Madrid ofrece campo, lugares de paz, de buen comer, de naturaleza íntima, a tan solo un paso de la gran ciudad. Madrid no sería Madrid sin la Sierra de Guadarrama y sin los ríos que la bañan: el Lozoya, Manzanares, Henares, Jarama, Tajuña… que crean un contraste entre valles y montañas.

Manzanares el Real: Un castillo de cuento

El castillo de Manzanares el Real nos recuerda los cuentos de princesas encantadas de nuestra infancia. Es el mejor conservado de nuestra Comunidad, totalmente musealizado. Visitarlo es hacer un viaje al mundo medieval y del Renacimiento.

Manzanares el Real cuenta además con bosques, embalse y una montaña “mágica”: La Pedriza. Forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, una de las joyas naturales de nuestra Comunidad. Por aquí discurre libre y con aguas cristalinas antes de adentrarse en nuestra capital.

Sus fiestas populares se celebran a primeros de agosto, donde hay alegría y sobre todo buena comida, con unas delicias para los paladares más exquisitos. Cocina que también podemos degustar durante todo el año en cualquiera de sus numerosos restaurantes especializados en carnes, siendo la estrella la Carne certificada de la Sierra de Guadarrama, sello de una calidad garantizada.

Rascafría: Montañas, fe y arte

En estas simples líneas no cabe resumir la hermosura del paraje natural de Rascafría, sumergida en lo más hermoso del Valle del Lozoya, a los pies de la Sierra de Guadarrama y junto a las cumbres y lagos de Peñalara.

Toda esta belleza llevó a Enrique II a fundar aquí, en el siglo XIV, el Monasterio de Santa María del Paular, una joya del arte monacal que cuenta con una rica colección de pinturas de Vicente Carducho.

Podemos admirar 52 de las 56 pinturas originales, cedidas por el Museo del Prado. Rascafría es un rincón muy romántico, con una tipología arquitectónica rica y variada. En otoño, la caza y las setas se convierten en absolutos protagonistas en las cartas de sus restaurantes.

Rascafría tiene todo el encanto de un pueblo serrano en el que disfrutar, tanto en verano, de las frescas aguas del río Lozoya, como en invierno, paseando y esquiando por sus cumbres nevadas.

Patones: Una escapada romántica

Ni Napoleón dio con ellos… Patones de Arriba es un paraje recóndito donde disfrutar de su paisaje y de su insólita arquitectura de pizarra, ya que sus calles son un auténtico museo al aire libre.

Cuenta con una oferta gastronómica diferente y única, con restaurantes rurales, íntimos y románticos, y sus hoteles tienen el toque perfecto de lo que se conoce como rural chic.

Nada mejor para abrir el apetito que recorrer la senda ecológica de El Barranco que separa los dos Patones, el de Abajo y el de Arriba. Un camino de 750 m desde el que se divisa todo el entorno natural de este paraje, donde destacan sus formaciones geológicas, sus valles, las infraestructuras hidráulicas y una naturaleza vibrante. Los dos Patones, el de Arriba y el de Abajo, tienen su propia historia, marcada por lo singular de su paisaje y el carácter acogedor de sus gentes.

Torrelaguna: Cuna de madrileños ilustres

Aquí nacieron el Cardenal Cisneros y Santa María de la Cabeza y vivió San Isidro Labrador. Su casco histórico está a la altu-ra de tan ilustres personajes. El Cardenal Cisneros no reparó en gastos para engrandecer la Villa.

Destaca la iglesia de Santa María Magdalena, ejemplo de la arquitectura gótica madrileña, el Pósito, el antiguo Hospital de la Santísima Trinidad, hoy Casa de la Cultura y el Convento de Franciscanos de la Madre de Dios. El Corpus Christi ha recuperado la im-portancia que tenía hace tiempo y los vecinos decoran con flores y altares barrios y calles para el paso del Santísimo.

Aquí Cary Grant vivió su Orgullo y pasióncon Sofía Loren, con Frank Sinatra de testigo, porque Torrelaguna ha sido y es escenario de múltiples películas. Tras un buen cocido en puchero de barro, se puede pasear por el entorno natural del Valle Medio del Jarama: un paisaje con un rico patrimonio hidráulico por haber sido la primera sede del Canal de Isabel II.

Buitrago del Lozoya: Del pasado a la vanguardia

Buitrago del Lozoya es un viaje al medievo en la apacible belleza del Valle del Lozoya, río que discurre a los pies de su recinto amura-llado. La belleza de su paisaje va pareja a la calidad de sus productos naturales.

Los chuletones y los judiones con morcilla, son delicias que se preparan a fuego lento. Buitrago lo tiene todo: gastronomía, naturaleza e historia que se pueden recorrer por los 800 metros de murallas que rodean su bello casco histórico.

Y una sorpresa: el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias, con más de 60 obras que el genial artista legó a su peluquero. En Navidad, Buitrago se viste con nevadas como las de antaño que sirven de escenario natural al Belén viviente, declarado de Interés Turístico Regional, y que se representa a lo largo de toda la muralla.

Nuevo Baztán: Un rincón Ilustrado en Madrid

Una mañana, allá por 1700, Juan de Goyeneche y Gastón, un político navarro afincado en Madrid, tuvo claro que aquí iba a fundar un lugar donde albergaría diferentes fábricas y talleres, y una población para sus artesanos.

Y así lo hizo. Nuevo Baztán es un ejemplo único de villa de la Ilustración. Una localidad de nueva planta, con un monumental palacio-iglesia barroco unido a un singular casco histórico. Un impresionante conjunto arquitectónico diseñado por Churriguera, nacido del sueño y ambición de un hombre ilustrado que quería cambiar España. Puedes conocer su fascinante obra en un interesante Centro de Interpretación.

Nuevo Baztán es un rinconcito de Navarra en nuestra Comunidad por los orígenes de su fundador y por ello tiene su propia Javierada, versión madrileña de la tradicional marcha al castillo, que se celebra en toda Navarra el segundo fin de semana de marzo.

Aquí también tienen sus propios vinos –varias veces galardonados- que han recibido varios galardones, con los que acompañar las especialidades en asados de su rica oferta gastronómica.

Chinchón: Escenario de película

Orson Welles, Rita Hayworth, John Wayne, Cantinflas… estuvieron rodando aquí. Porque la Plaza Mayor de Chinchón es un escenario único y particular: un ejemplo de arquitectura popular castellana donde el tiempo parece haberse detenido.

Ofrece una de las mejores ofertas gastronómicas y hoteleras de la Comunidad, donde descansar y reponer fuerzas tras perderse por sus calles llenas de historia. Desde su castillo se divisan las mejores panorámicas de Chinchón.

El Sábado Santo, al anochecer, Chinchón se convierte en Jerusalén: más de 200 vecinos participan en la teatralización de la pasión y muerte de Cristo; un espectáculo de luz y so-nido declarado de Interés Turístico Nacional. Y nadie recuerda unas Navidades sin su producto estrella: el anís. Un licor típico de nuestro país que nos ha acompañado en tan-tos postres y tertulias.

Colmenar de Oreja: Vino y Arte

¿Quieres conocer los cuadros que inspiraron los escenarios de Ben-Hur y Quo Vadis? Los encontrarás en el Museo de Ulpiano Checa. Un museo de categoría en este municipio, pequeño en superficie pero no en riqueza.

Su Plaza Mayor es otro bonito ejemplo de arquitectura popular, donde podrás degustar una copa del buen vino de la Denominación de Origen Madrid, durante la visita a cualquiera de sus bodegas centenarias.

Te recomendamos disfrutar de los caldos en su Feria del Vino, que se celebra en mayo, un mes magnífico para para recorrer la Vía del Tren entre Chinchón y Colmenar de Oreja de CiclaMadrid, habilitada para pasear en plena naturaleza con la familia.

Y también en mayo se celebran sus pintores-cas corridas de toros en la Plaza Mayor. Para reponer fuerzas, “las pozas”, bocadillo de pan candeal en el que la miga es sustituida por un picadillo de cebolla, tomate y escabeche; o bien unas “patatas chulas”, confitadas en aceite de oliva y aliñadas con ajo, perejil y un poco de vinagre. Esto y buen vino… nada más que añadir.

Villarejo de Salvanés: Cine, monjes y caballeros

Contemplando la impresionante figura de la Torre del Homenaje, podemos imaginar-nos cuán grandioso debió de ser el castillo de Villarejo de Salvanés, que fue capital de la Encomienda Mayor de Castilla. Quizá construido a partir de una antigua atalaya musulmana, fue la pieza básica de control de los accesos a la Meseta Sur por la Orden militar de Santiago.

En Villarejo instaló su residencia el comendador de esta Orden. Puedes conocer la importancia de su historia en la Casa de la Tercia y en el Centro de Interpretación que se halla en el interior de la Torre del Homenaje.

Desde su altura disfrutarás de unas espectaculares vistas sobre la Alcarria Madrileña: un paisaje de olivos y encinares bañados por los arroyos del Tajo y el Tajuña. Existe también en Villarejo un Museo del Cine que alberga una sorprendente colección de maquinaria y objetos relacionados con el séptimo arte.

Sus fiestas patronales son en octubre, pero en los últimos años ha cobrado fama por su Pasión Viviente, celebrada el Jueves Santo en el Conjunto Histórico y declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Por lo que a gas-tronomía se refiere, Villarejo se ha especializado en una tradición muy nuestra: “el tapeo”. Porque los grandes paladares demandan pequeños placeres.

Navalcarnero: Vino y descanso

Estamos en pleno corazón vinícola de Madrid. Un paisaje de cerros y lomas cubiertos de viñas, bañados por los ríos Guadarrama y Alberche. Su Plaza de Segovia es otro de esos lugares de Madrid que no te esperas, por antigua y apacible, y por ser ideal para disfrutar del buen vino de Navalcarnero, D.O. de Madrid.

El vino es aquí tan importante que es el protagonista de muchos de los eventos que se celebran a lo largo del año, como son las Veladas de Vino y Jazz, la Fiesta de la Vendimia y el Aula del Vino. Aquí se casó Felipe IV con Dª Mariana de Austria y, para recordar tan ilustre acontecimiento, se celebra el Real Mercado del Siglo de Oro, coincidiendo con las fiestas patronales, a finales de agosto.

Una ocasión perfecta para degustar platos como la “olla del segador”, variante del célebre cocido madrileño, acompañada de la inevita-ble copa de buen vino. Sus cuevas, sus casas típicas, sus callejuelas, sus plazas, sus edificios con trampantojos y su entorno natural, son un paraíso del descanso y el relax.

San Martín de Valdeiglesias: Vino, mar e historia

Un verdadero pulmón enológico situado en la Sierra Oeste de Madrid. Los vinos de San Martín de Valdeiglesias tienen su propia subdenominación dentro de la D.O. de Vinos de Madrid, por la gran calidad de sus caldos de cepas de uva garnacha (tinta) y albillo real (blanca). Si eres un aficionado al enoturismo, tienes que venir aquí y disfrutar también de su paisaje y su patrimonio.

Desde la Torre del Homenaje del histórico Castillo de la Coracera contemplarás los picos de la Sierra de Gredos y los mantos de bosques que cu-bren la Sierra Oeste de Madrid.

Pero aún hay más: los embalses de San Juan y de Picadas son nuestros mares particulares donde disfrutar en las jornadas de verano de multitud de deportes náuticos y actividades en la naturaleza. Celebra sus fiestas patronales a principios de septiembre, con una gran tradición taurina de corridas y becerradas.

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