Tras recibir la copa de la Champions el pasado sábado en Cibeles, la alcaldesa Manuela Carmena, ha acudido esta mañana al Wanda Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid que acogerá el próximo 1 de junio la final de la Champions League.

Invitada por el club rojiblanco, Carmena ha estado acompañada por el delegado de desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo; la concejala del distrito de San Blas-Canillejas, Marta Gómez Lahoz, y, por parte del Atlético, por su presidente Enrique Cerezo, y su consejero delegado Miguel Ángel Gil.

Carmena confesó sentirse orgullosa de que Madrid tenga “un club como este”. Entre los muchos lazos que unen al Ayuntamiento con el Atlético, la alcaldesa destacó dos: «el amor por la ciudad y el deseo de  hacer siempre lo mejor para ella».

“Ambos sabemos lo  importantísimo que es amar a nuestra ciudad, amar a nuestro país. El hecho de haber conseguido el sueño de que la Champions se celebre aquí y que estemos seguros  de que va a ser un éxito extraordinario nos hace saber que vamos por muy buen camino”, aseguró.

Gil agradeció al Ayuntamiento de Madrid su implicación en ese empeño de albergar la final: “Juntos hemos creado unos equipos de trabajo lo suficientemente buenos como para que la UEFA en cada visita nos haya dado la enhorabuena”, afirmó al tiempo que subrayaba la importancia de esa cita no solo desde el punto de vista económico, sino de imagen.

“La van a seguir 300 millones de personas en todo el mundo,  otras 100.000 llegarán a Madrid durante esos tres días; el impacto económico –en comercios, restauración, hoteles- se cifra en 50 millones de euros y todo eso contribuye a construir marca Madrid y marca España”. Será una fecha en la que  la ciudad “va a ser el epicentro de toda la información deportiva del mundo”, dijo.

Miguel Ángel Gil expresó su deseo de que el Atlético contribuya al beneficio social no sólo de San Blas-Canillejas, sino de los distritos colindantes y, en general, de toda la ciudadanía. Además de la construcción de los nuevos accesos al  stadio y de la champions village para la final de la UEFA, el club quiere que el entorno del Wanda Metropolitano se convierta “en el mejor club deportivo de Europa”, tanto por el volumen –más de un millón de metros cuadrados- como por las dotaciones, entre ellas 11 campos de fútbol.