Esta semana han dado inicio las clases en la nueva escuela deportiva de esgrima del distrito de Vicálvaro, emplazada en el Centro Deportivo Municipal Valdebernardo, en la calle Ladera de los Almendros 2. Su apertura da respuesta a una petición ciudadana ganadora en los Presupuestos Participativos 2017, que demandaba un espacio municipal para la práctica y aprendizaje de este deporte en Vicálvaro.

El programa de enseñanza se presta en colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y el Club de Esgrima Vicálvaro. La Junta de Distrito ha apostado por la fórmula de escuela deportiva en colaboración con vistas al futuro, porque tras la iniciación a la esgrima y perfeccionamiento, el alumnado tendrá más fácil acceso al deporte de alta competición y a la tecnificación, al existir ya un nexo de unión con el club de esgrima.

Las clases de esgrima, impartidas por especialistas, se dirigen a público infantil a partir de 6 años y jóvenes hasta 15 años, y tienen lugar en diferentes turnos de tarde, entre las 17 horas y las 19.30 horas. Las prácticas se realizan en grupos reducidos de ocho a diez participantes, organizados en dos franjas de edades, de 6 a 10 años y de 11 a 15 años.

Tras la presidencia y dirección técnica del Club de Esgrima Vicálvaro está Fernando Medina Martínez, uno de los tiradores españoles más laureado y con una brillante trayectoria con el sable. Participó en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004, y ha sido once veces campeón de España de sable. Cuenta con la medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo que entrega el Consejo Superior de Deportes.

Un deporte para ejercitar cuerpo y mente

La esgrima es uno de los deportes más atractivos y completos para niñas y niños, desde la perspectiva de la preparación física y el desarrollo intelectual. Con la práctica de esta disciplina se ejercitan todas las áreas del cuerpo, se desarrolla la capacidad de resistencia y se potencian los reflejos, el equilibrio y la coordinación corporal.

También mejora la capacidad de concentración, la toma de decisiones rápida y el autocontrol sobre impulsos y emociones. Además, la esgrima contribuye a fomentar valores como el respeto entre iguales tanto en la competición como en la vida diaria, y promueve el afán de superación pero enseñando a asumir las derrotas y a aprender de ellas.

La escuela deportiva de esgrima del Centro Deportivo Municipal de Valdebernardo se suma a las creadas en los centros deportivos municipales de Barajas y Palomeras. La ciudad de Madrid cuenta también con la Sala de Esgrima Municipal de Chamberí.