Ayer domingo, 24 de junio, Mauricio Valiente, concejal-presidente del madrileño distrito de Chamartín, participó en la celebración de la milenaria fiesta andina del Inti Raymi que este año ha elegido para su conmemoración el parque de Berlín.

El Inti Raymi, palabra quechua que traducida a nuestro idioma significa Fiesta del Sol, es una de las manifestaciones tradicionales más evocadoras de la identidad andina. El color y tradición de este pueblo inundaron el parque de Berlín en la fiesta organizada por la Federación de Asociaciones de Peruanos en España que contó con el apoyo de la junta municipal de Chamartín y de la Embajada de Perú en España.

Desde las 11 de la mañana alrededor de unas 150 personas ataviadas con sus espectaculares vestimentas típicas participaron en el desfile del Inca y en las representaciones teatrales que incluyeron la recreación del saludo del Inca al Sol. A continuación, representaron danzas tradicionales como la Wiltiti o la Valicha e interpretaron melodías de los países andinos.

Esta festividad era la más grande e importante llevada a cabo en los tiempos del Imperio del Tahuantinsuyo y con ella expresaban su adoración al dios Sol, al que agradecían las cosechas recibidas durante el año. Hoy en día se sigue celebrando cada 24 de junio, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio sur.

Además de las alrededor de 20 asociaciones que participaron voluntariamente, el acto contó con la presencia de Santiago Requena Azcarate, presidente de la Federación de Asociaciones de Peruanos en España y encargado de dar las palabras de bienvenida. Junto a él, Alonso Ruiz-Rosas, agregado cultural de la Embajada de Perú en España.

Durante su intervención, el tercer teniente de alcalde y concejal de Chamartín, Mauricio Valiente, agradeció «el compromiso y trabajo de la federación en la organización de esta fiesta» y les deseó un feliz Inti Raymi. Una fiesta que la comunidad andina viene celebrando en Madrid desde hace una década para acercar su ancestral cultura a los vecinos de Madrid y revivir una costumbre milenaria que simboliza los valores y recuerdos del pasado.