Los más tempraneros en acceder a la plaza consiguieron una de las 2.500 butacas habilitadas. Los otros mil –de pie– disfrutaron de un montaje gratuito, que aunaba una primera parte de corte clásico y una segunda coreografía contemporánea: Don Quijote Suite, obra con coreografía del propio José Carlos Martínez inspirada en el clásico de Petipa y Gorski, con y Minus 16, una pieza “diferente”, impredecible y única del israelí Ohad Naharin y estrenada por la compañía en 2013 en el Teatro de la Zarzuela.