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Entrevista | Susana Díaz y José L. Reguera: preparando a los internos de las cárceles para la vida en libertad

Gacetín Madrid

La finalidad y compromiso social y solidario de la Asociación “Con un pie fuera” – CUPIF, formada íntegramente por “voluntariado profesionalizado y especializado” en intervención psicosocial y reeducativa en el ámbito penitenciario, donde psicólogos, juristas, filósofos, educadores sociales, trabajadores sociales, animadores socioculturales e integradores sociales, participan quedando acreditado por los objetivos generales y específicos perseguidos desde su creación en 1995, a saber, la prevención de la delincuencia y reinserción sociolaboral de delincuentes, preparando a los internos e internas de los Centros Penitenciarios para la vida en libertad mediante la evaluación, control y seguimiento de los permisos de salida, tercer grado y libertad condicional, así como en la atención a los internos preventivos y atención a las familias.




Susana Díaz Huamán, Presidenta y Fundadora de la asociación “Con un pie fuera”- CUPIF, procedente de Perú lleva 26 años en España, Licenciada en Psicología, con estudios de Doctorado en Psicología Social por la Universidad Complutense de Madrid. especializada en Psicología Penitenciaria y en programas de intervención relacionados con personas privadas de libertad y bajo medidas alternativas.

José Luis Reguera Alvarez, procedente del mundo de la empresa, desde hace 5 años se dedica a couching y desarrollo personal. Colabora con CUPIF como Director de Programas además de participar como monitor.

Pregunta: ¿Cómo surge la idea este proyecto y cuál es su finalidad real?

Respuesta (Susana Díaz): Ayer lo hablaba con los internos dentro de la cárcel, creo que vamos bien porque vamos cumpliendo los objetivos. Somos una Asociación que empezó como un programa en el año 1995. En aquel momento la Junta de Tratamiento de Alcalá II-Jóvenes (Meco)  nos planteó la necesidad de hacer un programa de intervención pero para agresores sexuales  entre 25 y 30 años, de 4 a 6 meses de duración. Tuvo un efecto positivo, con lo cual los internos querían continuar, con lo cual se creó otro tipo de necesidades.

Lo que mueve a esta Asociación es el “trato humano” independientemente del cumplimiento, el trato de las personas que están privadas de libertad. Ellos están cumpliendo una condena y así tiene que ser porque han cometido un delito, ha habido un daño, causado víctimas, etc. pero estas personas “van a volver a reincorporarse a la sociedad” y desde CUPIF estamos convencidos que esta preparación paulatina para la vida en libertad nos compromete a la sociedad civil a formar parte de ello, a disminuir el número de futuras víctimas. Dirigimos una serie de programas según la demanda por delitos, comunes, violentos, etc. y para las familias también por supuesto. Llevamos casi 22 años y el potencial de CUPIF radica en que “creemos en todo lo que hacemos” pero evaluando aplicando metodología que cada año nos hace mejorar. Todos somos profesionales “voluntarios”.




P: Sin apenas subvenciones y medios, ¿cómo han conseguido mantenerse en activo durante 21 años?

R (Susana Díaz): Siempre lo agradezco, a todas esas personas que han pasado por CUPIF, y que la Filosofia la compartimos, más que ayudar, estar en ese proceso de acompañamiento terapéutico, en sus diferentes fases, desde que una persona entra en prisión, en el permiso de salida en el tercer grado, libertad condicional, todo el proceso. Sobre todo es parte de nuestra propia responsabilidad pero sobretodo porque tenemos un respeto a las víctimas, primero ante todo eso, no queremos que haya más víctimas, no hablamos de erradicar un delito sino de intentar minimizar lo que podamos y que no haya más víctimas, ¿cómo?… trabajando con los agresores.

 

P: CUPIF ha recibido la Medalla de Plata al Mérito Social Penitenciario, torgado el 24 de septiembre de 2009 por el Ministerio del Interior y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, y ha recibido el Premio Estatal, en la modalidad colectiva, al Voluntariado Social 2010, otorgado por el Ministerio de Sanidad y Política Social publicado en el BOE con fecha 09 de Agosto de 2010¿Han supuesto algún cambio estos premios para su organización?

R (Susana Díaz): No ninguno. La Asociación ha recibido estos reconocimientos a nivel de dos Ministerios que han valorado nuestra eficacia.

R (José Luis Reguera): son simplemente el reflejo de lo que hacemos, no es que nosotros trabajemos para conseguir estos premios, nuestro mejor premio es poder trabajar con las personas privadas de libertad y penados bajo medidas alternativas y ver los cambios que se producen en ellos. Para nosotros estos premios son un mero reconocimiento, realmente el premio lo recibimos todos los días.




P: En 2010 abrieron una Delegación en Cáceres y en 2013 en Ceuta, ¿tienen previsto expandirse más dentro de España u otros países?

R (Susana Díaz): Realmente el que funciona es el de Cáceres porque el de Ceuta estamos pendientes de que se finalice la construcción de la prisión nueva, parece que ya acaba este año, así que estamos esperando a que se ponga en marcha gracias a un grupo de psicólogos también voluntarios. La gente que va a Cáceres va a dar respuesta a una demanda institucional, es decir,  estamos trabajando con penados bajo suspensión de condena que han cometido violencia de género, como la provincia de Cáceres es tan grande, el Servicio de Gestión de penas y Medidas Alternativas (SGPMA) de Instituciones Penitenciarias de Cáceres deriva a CUPIF penados de toda gente de norte de Cáceres a Talayuela, Programa oficial de Instituciones Penitenciarias con quienes colaboramos desde hace  casi 22 años para que realicen el programa como medida alternativa al ingreso a prisión. Los resultados que tenemos son bastante positivos. Somos la única organización que trabaja con penados en violencia de género, nadie más en todo Cáceres lo hace, significa un “reto” a que compañeros psicólogos voluntarios se desplazan desde Madrid a colaborar los Sábados por la tarde en Talayuela-Cáceres.

Claro que nos gustaría abrir más. Nosotros somos profesionales voluntarios pero esto requiere una gran responsabilidad, tenemos que coordinarnos, controlar, sopesar, formar a nuevos profesionales que puedan impartir los programas, eso requiere continuidad y estar pendiente de las demandas de la Institución Penitenciaria. Nos han dicho que podemos abrir Delegaciones de CUPIF por ejemplo en Málaga o en Galicia pero primero tenemos que conocer los medios institucionales que tenemos para que también colaboren, aquí en Madrid y en Cáceres lo hemos conseguido que la institución penitenciaria, Universidades el Ayuntamiento de Talayuela nos seden aulas, la biblioteca para poder dar sesiones a los penados.

 

P: En estos momentos, ¿cuántos programas lleva a cabo CUPIF?

R (Susana Díaz): Ahora mismo tenemos dos grandes apartados por una parte para los que están dentro de prisión, por ejemplo en el centro Penitenciario Madrid VII-Estremera y C.P. Madrid I-Mujeres (Alcalá-Meco) funcionan el programa de preparación para la vida en libertad CUPIF para mujeres y para hombres tenemos dos uno para delitos comunes, otro para delitos violentos (violencia de género) y luego otro más específico para agresores sexuales. Programa AIRE para seguimiento y control de permisos de salida, artículo 100.2, tercer grado y libertad condicional.

Luego el gran abanico que se abre es para medidas alternativas, en el CIS Victoria Kent de Madrid  es donde lo desarrollamos y tenemos varios programas, como puede ser programa Programa Reeducativo contra la violencia de género PRIA-MA para penados bajo medidas alternativas, PROBECO que es programa en beneficio de la comunidad, programa FUERA DE LA RED contra la pornografia infantil en internet. Todos estos programas son implantados por Instituciones Penitenciarias y tenemos que seguir sus directrices porque colaboramos con ellos. El grueso de nuestra actividad está en Madrid tenemos un mismo programa incluso con 8 grupos. Trabajamos desde la gestión emocional




P: ¿Llevan a cabo programas específicos para familiares de los reclusos?

R (Susana Diaz): Tenemos un programa para las familias, hacemos la Jornada de la Familia, invitamos a familiares de personas que están privadas de libertad y a internos que están de permiso, pero últimamente el programa AIRE se está convirtiendo en un programa que plantea un cobijo para estas personas, es decir, si este programa estaba planteado para que vengan solamente internos que han salido de prisión. También llama por teléfono gente que sin estar condenada por ejemplo por violencia de género necesitan ayuda, porque todos los recursos están focalizados para las víctimas, que me parece muy bien, pero ellos, los hombres, no saben dónde recurrir y llaman a CUPIF porque nos ven como una organización especializada en agresores y en personas que han cometido esos delitos, entonces las familias y los consulados de otros países nos llaman, por ejemplo hay una madre que su hija ingresó a prisión pero la madre se sentía desprotegida, no sabía cómo gestionar sus emociones y afectaba a su vida cotidiana (laboral y social) entonces asiste al programa de AIRE, por lo tanto, el programa AIRE ahora mismo es un programa abierto para familiares y exreclusos que desean continuar en nuestros programas.

 

P: ¿Cómo trabajan con las empresas para que cambien su percepción de personas que han salido de la cárcel?

R (José Luis Reguera): Fundamentalmente manteniendo entrevistas con recursos humanos, nuestro trabajo es entender a la empresa, pero desde entender a la empresa intentar hacerles ver cuál es la realidad de los presos que salen, es verdad que hay un prejuicio en muchos casos por parte de los recursos humanos, por lo tanto nuestro trabajo es mostrarles, convencerles con resultados objetivos. bien a través de la experiencia porque hay estadísticas que muestran que los reclusos cuando salen no vuelven a cometer delitos en el centro de trabajo y en segundo lugar intentando desmontar esas creencias de prejuicios desde la empatía con los recursos humanos, a través de entrevistas y de poder mostrar la realidad. Dando formación con testimonios reales.

 




P: ¿Cuál dirían que es el porcentaje de rehabilitación?

R (José Luis Reguera): Nosotros no llevamos estadísticas oficiales pero si hay dos organismos que están llevando estadísticas oficiales, por una parte Instituciones Penitenciarias y un programa de Alicante, que lleva un Profesor de Psicología que es igual que el que estamos llevando aquí, el si lo tiene medido y él habla de entre el 93 y el 97% no vuelve a reincidir en violencia de género bajo medidas alternativas, hablamos de programa con personas penados a menos de 2 años (PRIA-MA) y por lo tanto el juez como medida alternativa les obliga a realizar este tipo de programa. Y por lo que sabemos todas las estadísticas que hay se mueven en esa orquilla.

 

P: ¿Por qué es necesario intervenir en este colectivo?

R (José Luis Reguera): Primero porque es un colectivo que ha producido un daño, y ese daño lo ha producido porque tiene una conducta errónea de agresión, si esa persona no tiene una intervención psicológica, un programa reeducativo, porque un PRIA-MA es un programa reeducativo, esa persona va a seguir teniendo esos hábitos, esa conducta, esos pensamientos distorsionados le llevará volver a repetir la conducta, entonces va a salir condenado, va a estar en la cárcel penado y va a volver a reproducir la conducta porque no ha habido un cambio de estrategia mental para poder gestionar mejor sus emociones, interpretar mejor la realidad, no tener pensamientos distorsionados etc. Las personas que agreden, agreden desde una distorsión, “yo tengo el poder y agredo o no se gestionar  mis emociones y agredo”. Entonces si no conseguimos que esas personas se reeduquen desde el punto de vista psicológico y tengan comportamientos más sanos entonces volverán a reincidir, por lo tanto nuestro trabajo es que estás personas tengan comportamientos sanos dentro de un perfil psicológico, y por tanto la siguiente vez que tengan una pareja no tengan comportamientos agresivos.

R (Susana Díaz): Hay personas privadas de libertad que nunca han sido escuchadas entonces piden intervención, necesitan un espacio, luego están las secuelas que deja la prisión porque luego hay que salir, esas cosas hay que trabajarlas unos entraron con pesetas, salen con euros, todo esto es un choque bastante grande pero ellos van a tener que reincorporarse a la sociedad a la que pertenecen, es un poco el valor que mueve a esta Asociación…. por lo que fue creada esta Asociación.




P: ¿Cuáles son las consecuencias de la privación de libertad?

R (José Luis Reguera): Hay desde consecuencias físicas y psicológicas. Las físicas alguien que está 5, 8 años en la cárcel no viendo más allá de 15 metros su visión se distorsiona y se limita, los ruidos en la cárcel te vuelven sordo, el día a día, la convivencia, los espacios limitados, las sensaciones y percepciones se distorsionan durante el tiempo de reclusión. Por su puesto también hay psicológica desde el nivel de suicidio hasta el nivel de depresión, surgen depresiones crónicas, miedo patológico.

R (Susana Díaz): Otra consecuencia es que cuando salen de la cárcel caminan en el espacio que tienen en la cárcel, se puede ver por ejemplo en la estación de tren de Alcalá de Henares, la vía está abierta, y los reclusos cuando salen de la cárcel muchos van a esta estación y si uno se para a observar, mientras que la gente espera sentada ellos van y vienen justamente el mismo espacio de lo que era el patio de la cárcel. Por lo tanto hay muchas secuelas, a nivel sensorial todas, el gusto las comidas, la visión, el olfato el ambiente no huele igual, cuando vamos a la cárcel ellos quieren oler el “olor de la calle” porque es diferente, la tensión muscular, depende mucho del tiempo de prisión. A nivel emocional también hay consecuencias, en definitiva la prisión te quita autonomía personal. Cuando salen de la cárcel la familia muchas veces se queja de que no salen, no buscan trabajo, no interactúan, ets., pero ellos están esperando a que le digan lo que tienen que hacer, porque la cárcel te da unas normas desde que te levantas hasta que te acuestas, para todo hay que realizar una instancia por lo tanto se acostumbran a saber esperar y por otro lado están los miedos. El valor del tiempo no es el mismo, para ellos el tiempo se ha detenido, y cuando salen se encuentran con que por ejemplo sus sobrinos han crecido, han muerto familiares, etc. y ellos se quedan sin referencias.

 

P: Respecto a Violencia de Género, ¿cree que poner en tratamiento a los agresores tiene efecto y si es así qué consecuencias tiene para la sociedad?.

R (José Luis Reguera): El efecto inmediato es que esa persona no va a volver a agredir física ni psicológicamente y por tanto los costes que la sociedad tiene de alguien que agrede y por lo tanto son costes que la sociedad se evita a parte del beneficio individual del propio ser humano, de la propia mujer.  Para la sociedad tener un maltratador en la cárcel tiene un coste, tener un maltratador para la comunidad tiene un coste. Se eliminan muchísimos costes de todo tipo y por lo tanto se tiene una sociedad más feliz porque el maltratador ha cambiado su estructura de personalidad.




P: ¿Los maltratadores tiene algún perfil psicológico o no?

R (José Luis Reguera): No hay un perfil psicológico, hay maltratadores de nivel sociocultural muy alto y de nivel sociocultural muy bajo, es un error estereotipar un modelo, querer buscar un perfil. Hay una cosa común en todos que no saben gestionar sus emociones y tienen pensamientos distorsionados  en una sociedad patriarcal, pero todos tenemos micromachismos, la diferencia es pasar de conductas de micromachismos a conductas de agresión, tenemos micromachismos propias de nuestra sociedad patriarcal, pero ellos no tienen micromachismos sino elementos distorsionadores mucho más grande que les hacen agredir porque no conocen su espacio, no son capaces de gestionar el espacio que tienen para relacionarse de igual a igual con la mujer.

 

P: ¿Cómo es ponerse delante de un maltratador? ¿Nunca han pensado «bueno si está persona ha sido capaz de hacer daño a una persona querida porque no me va a hacer daño a mí»?

R (José Luis Reguera): Un maltratador no es una persona agresiva en el sentido continuo, no es alguien que tenga una patología que le haga agredir, es una persona que cuando se produce un estímulo en su relación de pareja no sabe gestionar o distorsiona y a partir de ahí agrede bien por la sociedad patriarcal o por miedo, no saben gestionar esa situación de conflicto a través de herramientas emocionales. No hay que identificar al maltratador como una persona agresiva, han sido agresivo en esta situación, el 99% de los maltratadores no tiene antecedentes penales por ningún delito, son personas que normalmente no agreden a sus hijos, a sus hermanos…agreden a su pareja porque la distorsión esta entre la relación de pareja, entre iguales… cuando llegan a agredir a sus hijos es básicamente una violencia instrumental para llegar a hacer daño a su víctima directa que es la mujer, lo hace como última llamada de atención para ellos y que en algunos casos deciden acabar con la vida de su hijo y ellos para que ella se sienta culpable. Esta es nuestra alarma por ellos ponemos énfasis en la gestión de emociones de estas personas.

P: ¿Hay muchos mitos entorno a los centros penitenciarios? ¿Cuáles son los mitos que más les impresionan?

R (Susana Díaz): Hay muchos mitos, uno de los mitos es por ejemplo cuando decimos que porque una persona fue víctima de pequeña después va a ejercer la violencia y no necesariamente. El tema del Alcohol, se cree que los alcohólicos son maltratadores. Los mitos están relacionados con lo que se desconoce, en este caso están muy fomentados por ejemplo por las películas americanas, que los mismos internos antes de entrar se creen por ejemplo hace unos años el traje a rayas.. pero estas cosas no son así. Según tus características la junta de observación de  tratamiento los clasifica puede enviarles a un módulo de respeto o multireincidente, o consideran que tienes rasgos de persona peligrosa y te mandan a otro tipo de modulo, si eres joven, etc. De todas maneras muchas veces la realidad supera la ficción. Por otro lado yo pienso que la sociedad todavía no está preparada vemos esto como que lo que queremos es que se castigue y cuanto más grave peor, incluso pensamos que queremos que se mueran dentro, “no queremos pagar con mis impuestos para que estos vivan allí dentro”, a veces el morbo, pero la realidad es que van a salir porque en España no hay pena de muerte. Entonces la pregunta del millón es ¿que se está haciendo con estas personas para que cuando salgan se reincorporen a la sociedad?




R (José Luis Reguera): Hay un mito entorno a esto que acaba de comentar Susana, se ha hecho un estudio en la Unión Europea de noviembre de 2016, se trata de un estudio comparado de los códigos penales y somos el tercer País con el código penal más duro, si es verdad que tenemos mucha desproporción en las penas, tenemos delitos muy penados que no deberían estar tan penados por las consecuencias que tiene el delito y al revés hay delitos poco penados que tienen un nivel de reproche mayor en la sociedad.

No obstante, hablar de la cárcel no es cierto, si queremos ser profundos, porque tendríamos que hablar de módulos, porque no es lo mismo un módulo de jóvenes, de respeto, común etc. La tipología del delincuente no tiene nada que ver, ni tampoco la estructura psicológica. Por ejemplo un módulo de respeto es un módulo donde los presos tienen que cumplir una serie de normas (hacerse la cama, acuerdos para gestionar el propio módulo) en este caso tienen una semilibertad de grupo dentro de la cárcel, se gestionan su propio módulo en la mayoría de las cosas y tienen conductas muy sociales, mientras que un FIES  tiene un alto grado de conducta delictiva, suele ser gente que dentro de la cárcel puede estar manejando negocios fuera, tiene una serie de riesgos tanto para él mismo como para otros, personas que han pertenecido a las fuerzas de seguridad del Estado (exguardias civiles, expolicía).

 

P: ¿Cómo ven ustedes la vida en prisión en el día a día? ¿Es dura la realidad en la cárcel?

R (José Luis Reguera): Todo el que dice que “para eso se está mucho mejor en la cárcel” son personas que nunca han ido a la cárcel, yo no conozco a ningún penado que diga que es mejor ir a la cárcel que cualquier otra situación. La cárcel tiene muchas consecuencias, no tienes el valor principal que tenemos como individuos que es la libertad, allí estas privado de libertad, pierdes completamente la autonomía pero no solo cuanto estas dentro de la cárcel sino también cuando sales. Por lo tanto es muy duro estar en la cárcel porque estás en un ambiente hostil en la que te están dirigiendo la vida cada dos horas, cada hora, no puedes decidir qué haces, qué comes, ni dónde vas, no puedes tener proyectos vitales.

 

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